CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA GOMPA EN LAWA KHANGSTEN

El monasterio de Sera, es el monasterio de nuestro maestro Vble. Lama Gueshe Lobsang Tsultrim. En el monasterio hay diferentes agrupaciones o Khangtsen, relacionadas con las regiones de origen. El Khangtsen de Lama Gueshe Lobsang Tsultrim es el Lawa Khangtsen y reune en la actualidad unos 300 monjes de la zona de Kam (Tibet). Por tanto con este grupo tenemos un gran vínculo espiritual y debemos estar muy agradecidos ya que, gracias a ellos y a su renuncia, tenemos la suerte de disfrutar de uno de sus principales maestros, Gueshela, quien lleva ya prácticamente 35 años entre nosotros, dedicándonos su vida, amor, compasión y sabiduría, ayudándonos en todo momento con gran paciencia y una total ecuanimidad.

Desde hace una semana han empezado en el Lawa Khangtsen a preparar el terreno para construir una gompa o templo nuevo. El actual que data de hace muchos años ha quedado demasiado pequeño y no puede dar cobijo a todos los monjes. Así que ahora tenemos una oportunidad de oro para agradecer tanto a Gueshela como a su grupo, todo lo que hemos recibido de ellos.

Poder ayudar en un proyecto como este, es un gran privilegio que sucede muy raras veces. Nos lleva tanto a purificar y eliminar karmas negativos o causas de sufrimiento, como a generar también mucha energía positiva que es tan necesaria para lograr las metas espirituales y la felicidad.

Si deseas ayudar puedes llamar al 696.303.677 para informarte o directamente ingresar tu donación en la cuenta de la Comunidad Budista Mahayana Tara de La Caixa nº 21000892130200244035 , es imprescindible indicar:  “donación Lawa India”.

EL SIGUIENTE TEXTO SE PUEDE ENCONTRAR EN EL SITIO DE LAWA KANGSTEN EN VARIOS IDIOMAS Y EXPLICA COMO ES LA VIDA EN EL KHANGSTEN Y LOS MOTIVOS DE LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA GOMPA.

Lawa khangtsen fue fundado por el maestro Keutsang Gyampa Molam, en el año 1774, convirtiéndose en una sección del monasterio de Sera Je, uno de los principales monasterios para estudiar filosofía budista.
En sus inicios, cuando se estaba cavando el terreno para construir el templo, bajo la tierra en donde se iban a construir los fundamentos, encontraron una piedra blanca escrita con la palabra lawa. De ahí surgió su nombre. Lawa en tibetano significa lana, lo que simboliza algo blanco, puro, no contaminado y que puede teñirse de otros colores. Esto se interpretó como la pureza, la no contaminación en la motivación y la flexibilidad para la comprensión de los futuros monjes de este khangtsen.
Khangtsen significa sección o parte.
En el Lawa Khangtsen de Tíbet, hasta 1959, se reunieron muchos grandes maestros y grandes practicantes, que hicieron de esta sección, un lugar reconocido como un pilar del monasterio de Sera Je. Llegando a albergar a más de 400 monjes.
Tras la invasión del comunismo chino muchos de ellos fallecieron y los que quedaron siguieron a S.S. el Dalai Lama al exilio, en India, donde finalmente་ llegaron, de Lawa Khangsten, sólo veinte monjes.
Una vez en India, el gobierno indio ofreció a la comunidad monástica un lugar llamado Buxar, en el nordeste de India, donde se establecieron los grandes monasterios para continuar los estudios de filosofía budista. Se alojaron en un lugar que antaño había sido una cárcel del ejército inglés, en donde la temperatura era extremadamente elevada y muy húmeda. Debido a la gran diferencia de clima y por la falta de sustento, muchos enfermaron de gravedad, la mayoría de tuberculosis.
En 1969 todas las comunidades monásticas se trasladaron al sur de India y los monasterios de Sera Je y Sera Me se instalaron en un pueblo llamado Bylakuppe, en el distrito de Mysore, a 213 km de Bangalore, la ciudad aeroportuaria más cercana. Al principio todo era bosque y selva y fue gracias al esfuerzo de muchos monjes que pudieron establecerse allí, dónde han permanecido hasta el momento actual.
Cuando se trasladaron al sur, sólo quedaban ya trece monjes de Lawa Khangtsen. Estos, en lugar de intentar solucionar su situación personal, decidieron reconstruir Lawa Khangtsen para poder reunirse allí a hacer sus prácticas y su estudio. Sobrevivían de los campos y, al mismo tiempo, construían un lugar para poder estudiar y meditar. En 1972 se acabó la primera construcción de una sala en la que cabían veinte monjes.
Con el paso de los años, empezaron a venir, desde Tíbet, muchos monjes. La mayoría andando, a través de las montañas, hasta Nepal, pagando a un guía porque no tenían permiso. Tardaban entre cuarenta y cincuenta días. En el camino, no había donde alojarse y pernoctaban en cuevas o a la intemperie. Durante el invierno, a pesar de las dificultades para cruzar el camino, por las nieves y el frío, seguían viniendo. Tenían que cargar con la comida para tener provisiones para el camino. Si se cruzaban con soldados eran disparados o torturados durante mucho tiempo y, finalmente, tenían que volver a su pueblo. Algunos perdieron piernas y dedos por el frío. Otros, eran engañados por los guías quienes tras haber recibido el pago les abandonaban a su suerte en plena noche. Lo que les obligaba a regresar a buscar más dinero y posteriormente, volver a intentar marchar a India. Todos venían sólo para poder estudiar, libremente, filosofía budista.
Hoy en día, cuando un monje llega a Lawa Khangtsen (al monasterio), lo primero es buscarle un maestro, un lugar donde alojarse y proveerle de lo que necesite porque somos la única familia que tiene. Este maestro le ayudará a registrarse en el monasterio y le enseñará todo lo que puede hacerse y lo que no debe hacerse.
La vida en el monasterio empieza con las pujas a las seis de la mañana. Lo que consiste en meditar, recitar oraciones y recibir el desayuno. Cuando se acaba la puja se vuelve a la habitación para memorizar los grandes textos de estudio, porque en la clase de debate no se pueden llevar libros.
A las nueve empieza la clase de debate hasta las once. Al finalizar se recibe la comida y a partir de las once y media empiezan las demás clases.  A las cinco se recibe la cena. A las seis vuelve a empezar la clase de debate hasta las diez de la noche. Después se vuelve a la habitación y se recitan los textos que se han memorizado durante la mañana y luego se analizan los debates que se han hecho con los textos comentados. Esto es la rutina diaria. El estudio completo dura veintitrés años.
Siguiendo con la historia de Lawa Khangsten, en 1990, se construyó una sala nueva en la que cabían aproximadamente cien monjes y entonces se decía que antes de llenar esta sala sería posible volver a Tíbet. Pero aún no ha sido así. En aquella época, por falta de recursos, se construyó una sala de base muy sencilla y sin pilares.
Con el tiempo, el número de monjes ha ido en aumento, hasta llegar, en la actualidad, a doscientos sesenta y cinco monjes. La falta de espacio hace imposible que quepan todos, lo que obliga a que algunos tengan que sentarse fuera. Además de la incomodidad es peligroso utilizar esta sala por falta de estabilidad y seguridad y sin embargo, se utiliza diariamente para meditar y estudiar.
Por eso hemos decidido construir un nuevo lugar para evitar poner en peligro la vida de tantos monjes. Ayudar a construirla nos permitirá recibir bendiciones y acumularemos muchos méritos cada día, porque será un lugar donde rezar y practicar. Buscamos colaboración económica, por poca que sea, para levantar esta nueva sala. Hay un proverbio que dice, cada gota que se funde en el mar, se transforma en el mar.
Gracias por vuestra atención y que seáis felices para siempre.